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Noble y antiguo linaje, cuya primitiva casa solar radicó en la ciudad de Zamora. Sus individuos tomaron parte en las luchas de la Reconquista, pasando a Ubeda, Baeza, Córdoba y Sevilla. En esta última ciudad fundaron una nueva casa de mucho lustre. El período más brillante de esta familia comprende desde fines del siglo XIV hasta las postrimerías del siglo XVI. En este período florecieron: Pedro Díaz de M., Comendador de Carizos, en la Orden de Santiago; Luis de M., Veinticuatro de Sevilla; Rodrigo de M., Veinticuatro de Ubeda; Juan de M., Comendador de las casas de Salamanca, en la Orden de San Juan; Pedro Ortega de M., Maestrecuela de la Metropolitana de Granada; Juan de M., Maestresala y gran privado del Rey don Enrique IV de Castilla; Francisco de M., Deán de la Metropolitana de Sevilla, que promovió la canonización del Rey San Fernando; Francisco de M., uno de los primeros conquistadores y pobladores de las Indias Occidentales, y Diego de M., Caballero de la Orden de Calatrava, conquistador de la ciudad de Corón, en Grecia. Fué llamado, por su esfuerzo bélico, el Capitán M., y muy estimado del Emperador Carlos V. De la casa de la ciudad de Sevilla procedió Pedro de M., natural y Veinticuatro de Sevilla, y padre de Fernando de M., natural de Sevilla, que contrajo matrimonio con doña Inés de Armendáriz, de igual naturaleza, naciendo de este enlace Lope de M. y Armendáriz, Capitán de la Guardia del Virrey de Méjico, natural de Sevilla y Caballero de la Orden de Santiago. Otra casa muy antigua. Este linaje es muy noble y antiguo en España, y estuvo en el apogeo de su gloria desde fines del siglo XIV hasta fines del XVI. Entonces florecieron Pedro Diaz de M., comendador de Carrizos en la orden de