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Se deriva este noble y antiguo apellido del gentilicio "portugués", que emplearon los primeros pobladores del país lusitano, con el fin de ocultar su auténtico apellido o para distinguirse entre los trabajadores de otros países, que llegaron con la Conquista de las Islas. José Pérez Vidal, en el Anuario de Estudiados Atlánticos, refiere el caso de "La Torre de Santa Cruz de la Mar Pequeña", "ejemplo elocuente el cual dice de la colaboración de canarios y portugeses en Africa..., en la construcción de dicha Torre el año 1496. Entre los individuos que tomaron parte en esta empresa figuraron Diego P., carpintero; Pedro P., herrero; Juan P. peón; Hernando P. grumete; Manuel P., marinero; Esteban P. grumete; Bartolomé P., herrero y Juan de Gáldar. Otro Pedro P., distinto del ya citado, interviene como grumete en uno de los viajes relacionados con la edificación de la torre". La adopción del apellido "Portugal" sustituyendo al gentilicio, por el que en un principio fueron conocidos estos primeros pobladores, lusitanos, pudo deberse muy bien a amigos, compañeros o vecinos que así los querían distinguir de los de otras nacionalidades. De esta forma, legaron a la posteridad un apellido que denota, con mayor exactitud, la procedencia de los antepasados de quienes hoy usan en Canarias (España) tal denominación. Entre los primero pobladores de Güimar se encontraron Alonso Rodríguez P. y su mujer María de Utarte, hija del escribano público Sancho Utarte. El estudio del escudo heráldico familiar nos "habla" de quienes formaron el origen de la familia P., pues esa era su función, la de manifestar a los demás sus elementos diferenciales, pues la inclusión del elemento faja quiere decir que pertenecieron a órdenes militares de caballería. Los esmaltes del arma de los P. pregonan los siguientes valores: el Oro es el símbolo del Sol,