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Apellido muy extendido por Guipúzcoa. Martín S. era vecino de Mondragón, en 1446; Juan S. probó su hidalguía ante la Justicia ordinaria de Tolosa, en 1693; Martín S., ante la de Anoeta, en 1758; Juan Francisco S., ante la de Villafranca, en 1763, y Diego S. y su hijo Juan Ignacio S., naturales de Gainza, ante la de Urnieta, en 1790. En Abalcisqueta, del partido de Tolosa, hubo una casa solar de este apellido, que ostentó las siguentes armas: cortado: primero, de oro, con una cruz flordelisada, de gules, y segundo, de plata, con una encina de sinople, frutada de oro, y dos jabalíes de sable empinados al tronco. El estudio del escudo heráldico familiar nos "habla" de quienes formaron el origen de la familia S., pues esa era su función, la de manifestar a los demás sus elementos diferenciales, pues la inclusión del elemento cruz es la primera figura utilizada en heráldica y su significado es la relación de sus miembros con la fé y la expansión del cristianismo. Los esmaltes del arma de los S. pregonan los siguientes valores: el Oro es el símbolo del Sol, origen de la vida, sus características espirituales corresponden a la fé, clemencia, templanza, caridad y justicia, por otra parte dicho esmalte señala a la familia con la felicidad, el amor, la nobleza y el esplendor, es decir, es el más noble de los metales.