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Hay dos versiones respecto del origen de este apellido. Coinciden en gran parte, pero difieren en los detalles relativos a los tiempos en que ese apellido se fundó, y a la comarca en que radicó su primitivo solar. Según varios autores, el apellido Álamo procede de las montañas de Asturias (algunos la llaman de León), y su primitivo solar estuvo en la hoy parroquia de Baiña, del Ayuntamiento de Mieres, partido judicial de Lena, en la provincia de Oviedo. Viene del linaje de García, y esto lo explican los tratadistas aludidos, porque los Álamos descienden de la familia de don Pelayo García, valeroso Capitán que acompañó al Rey Don Fernando II el Santo en las conquistas de Andalucía, y adoptó el apellido Álamo por la siguiente heroica acción: Para apoderarse de una torre de los moros, a cuyos defensores se proponía sorprender, se dedicó durante una noche a acechar la fortaleza enemiga, subido y oculto entre las ramas de un álamo corpulento. Un hermano suyo, emboscado con las tropas en una alameda inmediata, agurdaba el momento y la señal oportuna para dar el ataque, y llegado este instante, asaltaron con tal ímpetu la torre, que cogiendo desprevenidos a los moros, no tardaron en apoderarse de ella. El Rey, por esta acción, le autorizó para que tomara el álamo por apellido para él y sus descendientes, y le concedió las armas. La otra versión dice que el apellido Á. es originario de Castilla, y que fué su fundador un caballero muy valeroso.