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Gaspar de A., natural de Durango, soltero, hijo de Sancho Pérez de A. y de doña Marina Pérez de Galarza emprendió viaje desde Sevilla al Perú para hacerse cargo de la herencia de su tío muerto sin descendencia el 26 agosto 1577, partió el 22 diciembre 1578 y una vez en su destino participó en la política y ocupó el cargo de Escribano acumulando una fortuna mayor de la de su tío, murió catorce años después víctima del mal de miserere (apendicitis) dejando siete hijos todos reconocidos en su testamento. Son sus armas: En oro, cuatro palos, de azur. El estudio del escudo heráldico familiar nos "habla" de quienes formaron el origen de la familia A., pues esa era su función, la de manifestar a los demás sus elementos diferenciales, pues la inclusión del elemento palo es la característica de los nobles de origen militar, (Palos) quiere aparentar los palos del "castrum" (campamento). Los esmaltes del arma de los A. pregonan los siguientes valores: el Oro es el símbolo del Sol, origen de la vida, sus características espirituales corresponden a la fé, clemencia, templanza, caridad y justicia, por otra parte dicho esmalte señala a la familia con la felicidad, el amor, la nobleza y el esplendor, es decir, es el más noble de los metales.