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Linaje noble de Asturias. Su solar en la parroquia de Andallón (de la que sin duda tomó el nombre), en el concejo de Las Regueras, del partido judicial de Oviedo. Emparentaron los A. desde muy antiguo y repetidas veces con los Suárez de aquel Principado, y muchos conservan este patronímico unido al otro apellido, llamándose Suárez de A. Con relación a este linaje se leen en Tirso de Avilés los siguientes versos: "Con Pelayo, muy severo, se hallaron fuertes varones, que son Suárez y Andallones, cuando extirpó por entero los moros destos peñones. Y fué la última batalla día de San Andrés sagrado primer apóstol llamado, cuando esta pérfida canalla alcanzada fué del todo. Por mostrarse tan severos, el Rey por armas les dió cinco aspas, y mandó las trayan como guerreros; y asimismo les dejó en campo verde y enfrente una ermita fabricada, al apóstol dedicada, y asimismo allí una puente que por ellos fué fundada, y debajo el rio corriese, que riega aquella ribera; y el Rey precepto pusiera, que A. y Suárez fuese un solar en toda era.". Son sus armas: En sinople, una ermita de San Andrés, de piedra, con cinco aspas de gules en la fachada, y un puente, también de piedra, unido a la ermita; bajo los arcos del puente corre un río. El estudio del escudo heráldico familiar nos "habla" de quienes formaron el origen de la familia A., pues esa era su función, la de manifestar a los demás sus elementos diferenciales, pues la inclusión del elemento piedra es la característica del padre de la dinastía, fuerte y sólido ante las adversidades y con amor infinito hacia sus descendientes. Los esmaltes del arma de los A. pregonan los siguientes valores: el Sinople señala las características de la familia a las que fué