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Casas solares en las villas de Bermeo, del partido judicial de Guernica, y en la anteiglesia de Cenarruza, del partido judicial de Marquina (Vizcaya). Por referencias de historiadores de la época y otras averiguadas por Araldis en los archivos registrales de ciudades y otros privados, podríamos afirmar, pero no asegurar, que este escudo u otro muy similar a él, apareció inicialmente desde el siglo XI al XIV, particularmente en la corte personal de Doña Urraca López de Haro, nombrada señora de Estella a primeros del siglo XIII. Las referencias de esta familia parecen precisarse con más frecuencia desde el siglo XV al XIX en especial los hechos de la promoción del cultivo de la caña de azúcar en las Antillas en 1644. Todo ello parece coincidir con la memoria familiar de algunos de los miembros de la rama de la familia Anitúa. Son sus armas: Escudo cortado: En la partición alta, un creciente y un roel, colocado a su siniestra, y en la partición baja, una banda acompañada, en lo alto, de una cruz llana y, en lo bajo, de una flor de lis. El estudio del escudo heráldico familiar nos "habla" de quienes formaron el origen de la familia A., pues esa era su función, la de manifestar a los demás sus elementos diferenciales, pues la inclusión del elemento creciente indica la pelegrinación de la familia a los Santos Lugares de Oriente, cuestión que daba el don de la salud y de la perpetuación del apellido. Los esmaltes del arma de los A. pregonan los siguientes valores: