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En el antiguo condado de Treviño, provincia de Burgos, en el pueblo de Ascarza, llamado por otro nombre A., tuvo su orígen la familia de A., no menos ilustre por su antigüedad y por las nobles hazañas de sus hijos, que por las preclaras alianzas que estos han contraido en todos tiempos con casas principales y muy calificada. En el espresado lugar radicó el antiguo palacio o casa solar de este linaje fundado por uno de sus conquistadores y primeros pobladores. A principios del siglo XII, por los años 1107, pasaron a establecerse en las Encartaciones Mendo y Ramiro de A., conservando este apellido el pueblo y solar de su procedencia. En el siglo siguiente, por los años de 1267, floreció López de A., gran servidor del rey Don Alonso X, nombrado el emperador, y fué de su consejo privado. Su hijo Lope de A. alcanzó el reinado de Don Fernando IV, que le honró y favoreció con particulares encargos de su real servicio. Así se fueron propagando los de este antiguo apellido unidos a otros linages de no menos nobleza, constando que pasaron a los reinos de Aragón, Valencia, Murcia y Andalucía, asistiendo a las guerras y conquistas contra los moros, y despues a las de Nueva España con el célebre general Hernan-Cortés, entre los cuales merece particular memoria Francisco de A., por su valor marcial, acreditado en los mayores riesgos que los españoles padecieron en la gran ciudad de Méjico. Fué hijo de Rodrigo de A. y de Doña María del Cerro, naturales de Vizcaya, establecidos en Andalucía. El estudio del escudo heráldico familiar nos "habla" de quienes formaron el origen de la familia A., pues esa era su función, la de manifestar a los demás sus elementos diferenciales, pues la inclusión del elemento banda quiere decir que