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Su primitiva casa radicó en el Valle Real de Léniz; tuvo otra en la villa de Oñate, y otra en la de Placencia, todo en el partido judicial de Vergara (Guipúzcoa). De la primera de las citadas casas fué Juan de M., Señor de la casa de su apellido, que contrajo matrimonio en Legazpia con doña Francisca de Vergarache, a la que hizo madre de Antonio de M. y Vergarache, que pasó a la villa de Oñate, donde se estableció, fundando la nueva casa, y donde casó con doña Ignacia de Arregui, naciendo de este enlace Sebastián de M. y Arregui, que pasó a Chile en 1701 y fué Capitán de Caballería, Maestre de Campo y Alcade de Santiago, en 1723. Se unió en matrimonio con doña María Gasco de la Torre y Hermosilla, y dejaron dilatada descendencia en aquella República, especialmente en Copiapó. Son sus armas: De oro, con un árbol de sinople, frutado de oro, y dos lobos de sable, pasantes al pie del tronco. Estas mismas armas han usado los M. de Chile. Otros: Cuartelado: primero y cuarto, de gules, con un águila de sable, y segundo y tercero, de plata, con dos lobos de sable, armados y lampasados de gules. El estudio del escudo heráldico familiar nos "habla" de quienes formaron el origen de la familia M., pues esa era su función, la de manifestar a los demás sus elementos diferenciales, pues la inclusión del elemento árbol (roble, pino, ciprés) significa que la nobleza de la familia es antigua y va asociada con la benignidad y la perseverancia, virtudes supuestas de sus componentes. Los esmaltes del arma de los M. pregonan los siguientes valores: el Oro es el símbolo del Sol, origen de la vida, sus características espirituales corresponden a la fé, clemencia, templanza, caridad y