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Apellido castellano. Procede de Villafranca de Montes de Oca, partido judicial de Belorado, provincia de Burgos. Una rama pasó a la conquista de Canarias. Don Vincente de Monte de Oca "el Vejo", Conquistador de Gran Canaria por los Reyes Católicos, se estableció en Canarias a fines del Siglo XV, casando con Juana Hernández, de la que tuvo dos hijos: Juan y Francisco. Juan de Montes de Oca, el primogénito de esta familia contrajo matrimonio con Doña María Lorenza de Talavera, hija de otro noble Conquistador, de origen portugués con la que tvo tres hijos. Su hermano Francisco de Monte de Oca, casó con Doña Clara Hernández de Talavera, hermana de su cuñada, de la que nació de otro Cristóbal de Montes de Oca y Talavera. Este apellido enlazó con los descendientes del primer Soberano de Taoro, Bentenuya, hijo del último de los Menceyes de Tenerife, el Gran Tinerfe, por matrimonio entre Don Gregorio Montes de Oca y Dominga García González de Chávez, celebrado en el Puerto de la Cruz el año 1877. De este matrimonio hubo dos hijos: Francisco y Dominga Montes de Oca García. El estudio del escudo heráldico familiar nos "habla" de quienes formaron el origen de la familia M., pues esa era su función, la de manifestar a los demás sus elementos diferenciales, pues la inclusión del elemento árbol (roble, pino, ciprés) significa que la nobleza de la familia es antigua y va asociada con la benignidad y la perseverancia, virtudes supuestas de sus componentes. Los esmaltes del arma de los M. pregonan los siguientes valores: el Gules es el símbolo de la fuerza, del poder, del amor ferviente a Dios y al prójimo, tal es el significado de este esmalte, a lo que habría que añadir el afán de dominio, el coraje, la audacia, la fortaleza