Español
Dicen algunos tratadistas que este apellido procede de Alemania y que su progenitor en España fué un noble caballero que vino a ayudar al rey don Enrique II de Castilla en las luchas contra su hermano don Pedro I "el Cruel". Añaden que desde aquella época se extendió por diversas regiones españolas, particularmente por Castilla la Vieja, Aragón y Cataluña, pasando también a Portugal. La exactitud de esos datos no es fácilmente comprobable, ya que con frecuencia aparecen mezclados con otros relativos a los apellidos Olivares, Olives y Oliveira. Lo que se sabe con certeza es que una familia O. tuvo casa en la villa de Grajal de Campos, perteneciente al partido judicial de Sahagún, en la provincia de León. De esa casa fué Diego de O., natural de Grajal de Campos, que en su esposa doña Isabel de Vergara, natural de Sahagún, tuvo a Francisco de O. Vergara, natural de Grajal de Campos, que contrajo matrimonio con doña Antonia Ordóñez Maldonado, natural de la ciudad de Toro, en la provincia de Zamora (hija de Juan Ordóñez de Porres, natural de Zamora y vecino de Toro, y de doña María Maldonado, natural de Toro), naciendo de esa unión Pedro de O. Ordóñez, natural de Grajal de Campo, Maestre de Campo de Infantería Española y Caballero de la Orden de Santiago, en la que ingresó el 18 de Enero de 1687. Otra casa muy antigua. Linaje aragonés. Una rama pasó a la Argentina. Entre las primeras familias que poblaron La Laguna de Tenerife, hubo un Manuel de O., natural de Oporto en Portugal, quien otorgó testamento en dicha Ciudad el 8 de enero de 1613 y estuvo casado con Catalina Trevijo. Su hermano Diego de O., casado con Isabel Rodríguez, fueron padres de Domingo Rodríguez de O., que contrajo matrimonio en