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Apellido de origen andaluz. Procede de la villa de Osuna, en la provincia de Sevilla. La familia de O. establecida en Canarias a mediados del siglo XVIII, constituyó, desde su llegada, una Casa distinguida en su ambiente social, destacándose por sus actividades culturales. Fue fundada en Tenerife por Don Manuel Isidoro de O. Montiel y Perales, Licenciado en Medicina, nacido en la villa de Baena, provincia de Córdoba, el 26 de diciembre de 1737. Contrajo matrimonio en La Laguna el 7 de mayo de 1758 con Doña María Gabriela de Castro y Sánchez-Taia, hija de Don Nicolás de Castro y Carriazo. Tuvieron dos hijos, Don Juan Nepomuceno Buenaventura de O. y Castro y Doña Manuela Eleuteria de O. y Castro. Don Manuel O. Saviñón, fue hijo de Tenerife y se consagró a trabajos históricos y literarios. Dejó sin concluir un curioso Compendio sobre las Canarias, que revela importantes hechos desconocidos a otros historiadores (1842). Publicó en 1834 un viaje al Teide y sostuvo violentas polémicas políticas en la prensa isleña, durante aquella azarosa época. Otra obra de Don Manuel de O. y Saviñón, fue la titulada "Los guanches o la destrucción de las monarquías de Tenerife". Se trata de una novela histórica, de alto valor sentimental. En 6 de abril de 1835 fue nombrado Director del Jardín Botánico de La Orotava, y estuvo tres años desempeñando este cargo. Murió en La Laguna el 29 de marzo de 1846. El estudio del escudo heráldico familiar nos "habla" de quienes formaron el origen de la familia O., pues esa era su función, la de manifestar a los demás sus elementos diferenciales, pues la inclusión del elemento castillo es la característica del dominio feudal, pertenecientes a familias con memoria anterior al siglo XI, es símbolo de autoridad, gobierno y protección. Los esmaltes del