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La familia de este apellido tenía su solar dentro de la ciudad de Oviedo (cuyo nombre, sin duda, tomó), en la casa que llaman del Portal. Así lo escribe José Manuel Trelle en su "Asturias Ilustrada". Es linaje antiguo y noble, cuyos ilustres varones ya florecían en fines del siglo XIII. El primer caballero de este apellido, de quien se tiene noticia cierta, se llamó Nicolás Martínez de O. Sirvió al Rey don Fernando IV el Emplazado y fué padre de Gonzalo Núñez de O. (nombrado también Gonzalo Martínez), décimosexto Maestre de la Orden de Alcántara, dignidad que alcanzó en el reinado de don Alfonso XI. Antes de obtenerla había tenido estos dos hijos: Rodrigo y Diego González de O. Siendo ya Maestre, gozó de la confianza de aquel Monarca, pero no le faltaron enemigos que socavaran su autoridad y prestigio, consiguiendo malquistarle con el Rey y que fuera degollado, por orden de don Alfonso XI, en el año de 1338. Sus hijos entablaron demanda para reivindicar el honor de sus padres, logrando, transcurrido algún tiempo desde la ejecución, que se reconociese y declarase que había sido buen vasallo. El segundo de los hijos del infortunado Maestre de Alcántara, Diego González de O., fué apasionado servidor de don Pedro I el Cruel, en cuya Crónica tene repetida memoria. Hallábase gobernando la ciudad de Oviedo, cuando don Enrique de Trastamara se refugió en Asturias, y trató de prenderlo. Luego acompañó en todas sus campañas a don Pedro, hasta la trágica muerta de éste.