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Familia muy antigua e ilustre, de nobleza clara y probada, cuyos orígenes se remontan al llamado "consorcio feudal de los Hijos de Manfredo", también el lugar de nacimiento de las familias Pico, Papazzoni, Padelli, Azzolini y Fanti. En cualquier caso, la familia reconoce a su progenitor en un Bernardo, hijo de Manfredo. El hijo de dicho Bernardo, como Pio, es recordado como ciudadano de Módena en 1168, alcalde del mismo municipio (1177-1178) y rector de la Liga Lombard, en los congresos de Ferrara y Parma, por la paz con Federico Barbarroja. De Pio y sus descendientes deriva la rama de la familia de los señores de Carpi, que dominó allí desde 1319 hasta 1525. Manfredi I (1269 - 1348), sobrino de Bernardo, de hecho, fue vicario imperial de Módena entre 1329 y 1336 juntos. a su primo Guido Pio, obteniendo así el feudo de Carpi del Estensi. A lo largo de los siglos, esta casa fue ilustrada gracias a numerosos obispos y podestás en diferentes ciudades, al servicio de los Visconti y luego desde 1450 de la Saboya. Sin embargo, en el siglo XV, la familia Pio se dividió en tres ramas distintas: Albertino, Gibertino y Galassino; lleva el nombre de los tres hermanos Alberto III, Galasso y Giberto, hijos de Marco Pio y Taddea, de Cabrino Roberti. Alberto, protonotaro apostólico y abad de Sant'Antonio di Carpi, entonces canónigo en Módena, estuvo al servicio de los Visconti de 1437 a 1499, cuando se puso del lado de Saboya, obteniendo del duque Ludovico, con un diploma fechado en Turín el 27 de enero de 1450, el feudo de San Ciriaco y la posibilidad de usar el nombre y el escudo de armas de Saboya, como descendiente de la casa de Sajonia. Este privilegio fue confirmado el 22 de mayo de 1567