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Procede de Portugal, este nombre familiar, antes de tornarse apellido fue patronímico de Paio forma abreviada de Pelaio o de Pelágio, pero que fue evolucionando devido a malas transcripciones, leniciones y contracciones, dando como apellido Pelais, Pais, Páez y Práez (estos dos últimos usados en España y América). Como todos los patronímicos deben su origen a diversas famílias que derivan, de varios ascendientes llamados Paios o Pelaios, sin que hayan partido de un mismo tronco, todos aquellos que utilizan este apellido. En tiempo del Papa Paulo III, corrían los años, entre 1534 y 1549, Don Alvaro Práez, fue sepultado en Roma, donde en su panteón consta inscrita una descripción en donde nos afirma ya, en ese tiempo, la existencia de esta saga familiar. Tambien tenemos una declaración firmada del mismo caballero en que da permiso a sus hijos a utilizar este patronímico como apellido exceptuando a su nieto que tendra la obligación de utilizar otras armas. Pasó este apellido también a Andalucía y Murcia, por los años 1350. Una rama de este apellido se estableció también en Canarias, después de la Conquista. Don José Francisco P. y Vega, era natural de Setenil, en Cádiz y contrajo matrimonio en la Parroquia de Nuestra Señora de la Peña de Francia, en el Puerto de la Cruz (Tenerife) el 14 de marzo de 1795, de cuyo enlace nació: Doña María de los Dolores P, el año 1813 y contrajo nupcias con Don Nicolás de Aguilar y Rusell Romero Ximénez de Embun y Palencia, Teniente Coronel de Milicias y último poseedor del Mayorazgo que fundara Don Marcos Verde de Aguilar. De este matrimonio nacieron ocho hijos. Entre los primeros pobladores de la isla de Tenerife, se encuantra un labrador llamado Juan P., "que tiene una huerta con árboles en La Laguna que pone en