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Casa solar en el Valle de Roncal (Navarra), de la que procedieron Joaquín y Mateo S. y Racas, lo cuales, en unión de sus hijos, fueron reconocidos como nobles por la Real Audiencia de Pamplona en 1803. Son sus armas: En campo de azul, el puente de oro sobre las tres rocas, y sumado de la cabeza del rey moro. Tuvo este apellido su casa solar en Navarra. Muchos linajes de este apellido probaron su nobleza en las Órdenes de Santiago, Calatrava, Alcántara, Montesa, (corporaciones nacidas para luchar contra los moros, cooperando a la Reconquista, y asegurar el orden, protegiendo a los peregrinos y desvalidos), Carlos III y San Juan de Jerusalén (es una orden religiosa militar fundada en el siglo XI); numerosas veces en las Reales Chancillería de Valladolid y Granada, en la Real Compañía de Guardias Marinas y en la Real Audiencia de Oviedo. Los de Navarra traen por armas: En campo de azur, el puente de oro sobre las tres rocas, y sumado de la cabeza del rey moro. Otros traen: En azur, un puente de piedra sobre tres rocas por entre las que pasan ondas e agua, d azur y plata; en jefe, una cabeza de rey moro, degollada y chorreando sangre. El estudio del escudo heráldico familiar nos "habla" de quienes formaron el origen de la familia S., pues esa era su función, la de manifestar a los demás sus elementos diferenciales, pues la inclusión del elemento puente es el símbolo de la alianza y unión. Los esmaltes del arma de los S. pregonan los siguientes valores: el Azur corresponde al símbolo del agua, de la continuidad de la vida, es un color de nobleza, belleza, castidad y fidelidad, además otras virtudes caracterizaban a la familia, tales como la abundancia económica, la perseverancia, la